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Calendario Científico 2018 - Agosto

Además de las infecciones bacterianas, ¿qué se asocia a un nivel elevado de dímero D?

Trombosis venosa profunda (TVP)

Cáncer

Anemia drepanocítica (SCD, por sus siglas en inglés)

VIH

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Fundamentación científica

El dímero D es un producto de la degradación de la fibrina (PDF), un pequeño fragmento de proteína que queda en la sangre después de que un coágulo sanguíneo (trombosis) se degrade por fibrinólisis. Su denominación es acertada ya que contiene dos dominios D producidos a partir de fibrina entrelazada.

Existen varios entornos clínicos que podrían llevar a un médico a medir o monitorizar los niveles de dímero D. Generalmente, la prueba del dímero D puede solicitarse para identificar accidentes tromboembólicos subyacentes como la trombosis venosa profunda (TVP) o la embolia pulmonar (EP), o bien para comprobar si se produce algún cambio en el curso de un tratamiento específico o el proceso de una enfermedad. En la práctica, la medición del dímero D ha sido ampliamente validada, sobre todo en cuanto a la exclusión de tromboembolismo venoso (TEV) en ciertas poblaciones de pacientes, y para el diagnóstico y monitorización de la activación de la coagulación intravascular diseminada (CID) [2].

La prueba del dímero D se utiliza por su valor predictivo negativo. Mientras que un resultado negativo descarta un accidente tromboembólico, un resultado positivo puede ser indicativo de trombosis, pero no dejaría fuera otras causas comunes posibles como anemia drepanocítica (SCD), cáncer, VIH, cirugía y embarazo [1], por lo que es necesario continuar investigando.

Debido al daño en las células del endotelio vascular que causan las toxinas liberadas por las células tumorales de crecimiento rápido, así como por el activador fibrinolítico situado en la superficie de las células tumorales, los pacientes de cáncer presentan a menudo coagulación anormal y actividades fibrinolíticas, y sus niveles de dímero D suelen ser más elevados que los de las poblaciones no neoplásicas [3].

Los pacientes con anemia drepanocítica (SCD), una de las enfermedades hereditarias más comunes en el mundo [4], sufren tanto grandes como pequeñas oclusiones en los vasos, que provocan lesiones que acaban por afectar a los órganos, y complicaciones como la osteonecrosis. Estos accidentes vaso-oclusivos multifactoriales son consecuencia de varios procesos, como la reducción en la deformabilidad eritrocitaria y una vía de coagulación activada de manera crónica. Un componente importante del estado de hipercoagulabilidad es el aumento de la producción de trombina, corroborado por resultados con un nivel de dímero D elevado [4].

Mientras que la asistencia sanitaria en la década pasada se ha centrado principalmente en la prevención y el manejo del VIH, la relación entre infección por VIH y trombosis ha sido pasada por alto durante mucho tiempo. Distintos estudios han demostrado que unos niveles elevados de dímero D están estrechamente asociados a un aumento de la mortalidad en pacientes infectados por VIH, y que son un elemento predictor del síndrome inflamatorio de reconstrucción inmune (SIRI) tras el inicio de tratamiento con medicamentos antirretrovirales. El SIRI es una patología que se observa en algunos pacientes de SIDA poco después de comenzar el tratamiento con medicamentos antirretrovirales. La recuperación del sistema inmune va acompañada de una respuesta exagerada a una infección oportunista adquirida con anterioridad que, paradójicamente, empeora los síntomas de la infección. Debido a que un dímero D elevado ha resultado ser un muy buen predictor de pacientes de alto riesgo, es muy probable que las pruebas del dímero D formen parte de los programas de tratamiento del VIH en un futuro próximo. La identificación de pacientes de alto riesgo haría posible la administración de un régimen farmacológico alternativo, y a los que, casi con total certeza, se les realizaría un seguimiento mucho más cercano [1].

Bibliografía

  1. Sysmex Educational Enhancement and Development (2012): The Role of the D-dimer test in clinical diagnostics. SEED Coagulation. July 2012.
  2. Soheir S. Adam et al. (2009): D-dimer antigen: Current concepts and future prospects. Blood. 113(13):2878-2885.
  3. Jing Yu et al. (2016): Tumor-specific D-Dimer Concentration Ranges and Influencing Factors : A Cross-Sectional Study. Plos One. ODI:10.1371/journal.pone.0165390 (November 11 2016):1-12.
  4. Nirmish Shah, MD, et al. (2012): Characterization of the hypercoagulable state in patients with sickle cell disease. Thromb Res. 2012 November. 130(5):e241-e245.
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