Sysmex España
Menu

Calendario científico mayo de 2023

Atipia celular en la orina en la vigilancia del cáncer de vejiga 

¿Por qué es inevitable la vigilancia postratamiento de los pacientes con cáncer de vejiga? 

El cáncer de vejiga solo se da una vez.

El cáncer de vejiga es un tipo de cáncer muy recurrente.

Los síntomas aparecen temprano y son suficientes para la vigilancia del cáncer.

La sonografía es suficiente para la vigilancia del cáncer de vejiga.

Durante el primer año de tratamiento son necesarias citoscopias trimestrales.

Las citoscopias son un procedimiento cómodo para los pacientes.

Congratulations!

That's the correct answer!

Sorry! That´s not completely correct!

Please try again

Sorry! That's not the correct answer!

Please try again

Notice

Please select at least one answer

Fundamentación científica

El cáncer de vejiga es una enfermedad maligna que se origina en las células epiteliales del urotelio de la vejiga. Se distingue en dos grupos principales: no músculo infiltrante y músculo infiltrante (Fig. 1).

El cáncer de vejiga no músculo infiltrante abarca los estados 0 y 1 y se manifiesta como una propagación en la capa urotelial (carcinoma in situ) o como una estructura en forma de pólipo que crece del urotelio a la luz de la vejiga. El tumor también se propaga a la Lamina propria desde el estadio 1.

El cáncer de vejiga músculo infiltrante abarca los estadios de 2 a 4 y se propaga a diversas capas de la vejiga. En el estadio 2, la capa muscular Muscularis propria queda afectada, en el estadio 3, se ve afectada la capa de grasa perivesical y en el estadio 4, el tumor se propaga a los vasos sanguíneos y a otros tejidos.

El tabaquismo es la principal causa del cáncer de vejiga, puesto que es responsable del 65 % de los casos en hombres y del 30 % de los casos en mujeres. Otras causas del cáncer de vejiga son la exposición a sustancias químicas, especialmente aminas aromáticas, los antecedentes médicos y familiares de cáncer de vejiga, los tratamientos previos de cáncer y las infecciones de vejiga recurrentes, especialmente con Schistosoma haematobium.

El cáncer de vejiga es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en los hombres, afecta predominantemente a hombres de etnia caucásica de una mediana de edad de 69 años. La prevalencia en mujeres es mucho menor y la mediana de edad en que se ven afectadas es de 71 años. Sin embargo, el cambio de estilo de vida tiende a reducir la mediana de edad y a aumentar el número de casos en mujeres.

Los síntomas no presentan especificidad y se parecen a los de otros trastornos del tracto urinario, como infecciones del tracto urinario o urolitiasis, incluyendo disuria, polaquiuria, dolor lumbar y hematuria (Fig. 2). Por lo tanto, existe el riesgo de malinterpretar los síntomas. Sin embargo, la hematuria grave, que produce la visibilidad macroscópica de la sangre en la orina, es el síntoma más común y conduce a diagnósticos de cáncer de vejiga.

La supervivencia general del cáncer de vejiga depende principalmente del estadio en el que se encuentre el tumor en el momento del diagnóstico: el índice de supervivencia de cinco años disminuye del 98 % en el estadio T0 y el 88 % en el estadio T1 al 15 % en el estadio T4 (Fig. 3).

La principal herramienta diagnóstica del cáncer de vejiga es la citoscopia, que es una técnica invasiva, desagradable y que requiere mucho tiempo. Además, debido a la baja prevalencia del cáncer de vejiga, no es adecuada como herramienta de detección para la población de riesgo. Además, la citología urinaria y otros biomarcadores, como BTA y NMP22, podrían resultar interesantes, pero muestran un rendimiento diverso.

El cáncer de vejiga es una enfermedad con un elevado índice de recurrencia tumoral del 60 % durante el primer año y del 80 % en los cinco años siguientes al tratamiento. Por lo tanto, es obligatoria la vigilancia activa y frecuente mediante citoscopia de los pacientes con cáncer de vejiga conocido con periodicidad trimestral durante el primer año tras el tratamiento y de una a dos veces al año en los años posteriores.

Las células atípicas (células sospechosas de ser malignas) son un objetivo de la citología urinaria para ayudar en la detección del cáncer de vejiga. Con el parámetro de investigación «Atyp.C», la serie UF tiene potencial para detectar células atípicas en los análisis de orina rutinarios.

El caso de paciente

Hace dos años, un paciente de 77 años se sometió a quimioterapia y resección transuretral (TURBT) de un cáncer de vejiga no músculo infiltrante de estadio uno (NMIBC). La vigilancia postratamiento ahora incluye exámenes semestrales de seguimiento debido al elevado riesgo de recurrencia tumoral. 

Recientemente el paciente ha estado sufriendo fatiga y polaquiuria. Un análisis de orina rutinario inicial reveló la presencia de 2956 hematíes/µL caracterizados por hematíes isomórficos, lo que indica una macrohematuria de origen no glomerular (Fig. 4). Además, se detectaron 3,9 células atípicas por µL, como puso de relieve el parámetro de investigación «Atyp.C» (Fig. 5), lo que hizo sospechar de la presencia de células malignas. 

Basándose en estos hallazgos, se solicitó una citoscopia extraordinaria que llevó a la detección de un carcinoma urotelial papilar recurrente. Todo esto destaca el potencial del parámetro de investigación «Atyp.C» en la vigilancia del cáncer de vejiga. 

Representado en la imagen del calendario: relapso de cáncer de vejiga

La imagen muestra la luz de la vejiga con la base de la uretra en el centro. El urotelio de la vejiga muestra diversas estructuras papilares que representan los estadios tempranos del cáncer de vejiga recurrente. Además, las alteraciones de tejidos en forma de herradura muestran áreas en las que ha habido resecciones transuretrales.

Copyright © Sysmex Europe SE. All rights reserved.