La hematología es la especialidad médica que se centra en el estudio, prevención y tratamiento de enfermedades o alteraciones de la sangre, así como los órganos que participan en su producción.

La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo a través de los vasos sanguíneos. Está compuesta por varios tipos de células sanguíneas que se encargan de llevar a cabo una serie de funciones:

Transportar oxígeno, dióxido de carbono, nutrientes, hormonas y elementos del sistema inmunitario.
Eliminar residuos, bacterias y otras sustancias extrañas del cuerpo.
Evitar la pérdida de sangre cuando tenemos una herida (coagulación).
Ajustar la temperatura corporal, presión osmótica y pH.

Componentes y características de la sangre

La sangre está formada por dos componentes, la parte líquida y la parte sólida. La parte líquida también se denomina “plasma” y está compuesta principalmente de agua y de una pequeña cantidad de proteínas y anticuerpos. En la parte sólida es donde podemos encontrar las células sanguíneas que conforman la sangre:

Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes (RBC): son las células más numerosas en la sangre y no tienen núcleo. Uno de sus componentes principales es la hemoglobina y su función principal es la de transportar oxígeno hacia los diferentes tejidos.
Glóbulos blancos o leucocitos (WBC): son parte del sistema inmunitario del cuerpo y ayudan a combatir infecciones y otras enfermedades. Los tipos de leucocitos son los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), los monocitos y los linfocitos (células T y células B).
Plaquetas o trombocitos (PLT): son fragmentos de células muy grandes que encontramos en la médula ósea, los megacariocitos. Tienen un papel muy importante en el proceso de coagulación de la sangre, permitiendo frenar el sangrado y facilitando la cicatrización de las heridas.

En humanos, la sangre tiene siempre características muy similares y la morfología de las células no presenta grandes variaciones, existiendo pequeñas diferencias en cuanto a contaje o intervalos de referencia entre los dos sexos y según la edad del paciente.

Hematología veterinaria

En animales, el contaje y morfología de las células sanguíneas pueden variar bastante entre cada una de las especies analizadas. Por este motivo, los analizadores automáticos de hematología para veterinaria deben estar configurados para procesar múltiples especies y adecuar los resultados obtenidos a las características de cada sangre. En el analizador XN-V de Sysmex podemos encontrar hasta 19 especies animales predefinidas.

Otro de los aspectos importantes a tener en cuenta en veterinaria es el proceso de extracción de la sangre, debido a las diferentes anatomías que presentan los animales. En el caso de animales grandes, la extracción será más sencilla y controlada por parte del especialista. En el caso de animales pequeños, como por ejemplo ratones, la extracción será más delicada y fácilmente contaminada por factores externos como la piel o el pelo que pueden generar interferencias en el posterior análisis celular.

También es muy importante conocer los volúmenes de sangre que se pueden extraer a cada animal dependiendo de su tamaño y peso. Por norma general, el volumen total de sangre disponible dentro del cuerpo es de entre el 5% y el 8% del peso total del animal, por lo que no será lo mismo extraer sangre a un perro de 10kg que a un ratón de 20g. Por este motivo, será necesario disponer de tubos de recogida de diferentes tamaños para almacenar la sangre en óptimas condiciones en todos los casos.

La sangre se almacena en tubos de recogida específicos que contienen un componente llamado EDTA (ácido etilendiaminotetraacético), el cuál actúa como anticoagulante de la sangre. Es muy importante que los ratios entre sangre y EDTA dentro del tubo sean los indicados por el fabricante, ya que sino la sangre puede formar coágulos y esto va a conllevar un análisis incorrecto o un mal funcionamiento de los analizadores. El analizador XN-V de Sysmex está diseñado para poder analizar tubos de diferentes tamaños de forma automatizada. También dispone de un modo de baja aspiración (LA) y pre-dilución (PD), mediante los cuales se aspira menor cantidad de muestra que en los tubos estándar, permitiendo así el análisis automático de muestras de sangre de animales pequeños.

Una vez tenemos la muestra preparada, se obtiene el hemograma (parte analítica que evalúa varios parámetros de la sangre como los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) mediante el método tradicional o con un analizador automático.

El método tradicional consiste en realizar un frotis o extensión de sangre en un portaobjetos y posteriormente aplicar la técnica de tinción May-Grünwald Giemsa (MGG). El especialista será el encargado de examinar esta muestra al microscopio para determinar el tamaño, forma y número de células sanguíneas en la sangre.

Actualmente, para obtener el hemograma, se utilizan analizadores automáticos de hematología como el XN-V de Sysmex. Con estos equipos y mediante diferentes tecnologías de medición y reactivos, se pueden clasificar las células sanguíneas tanto maduras como inmaduras, realizar el contaje de estas y determinar posibles anomalías presentes en la muestra analizada. Además de sangre, el XN-V permite también el análisis de líquidos biológicos con una alta sensibilidad.